sábado, 16 de julio de 2011

Capítulo 3: любить меня

Siempre lo mira, doblando la vuelta de la esquina, mientras sus pasos hacen música al levantar el polvo. Siempre lo observa, mientras en la cafetería sostiene una taza de café caliente. Jamás aparta su vista de él, admirando la triste melodía que sale de sus labios al sonreír.

Llevaba años con la misma rutina, mientras los cabellos rubios se ondeaban a veces en un compás fugaz. A través de las estaciones, del frío imperante a simple vista. Le sigue a través de la vitrina, con su mirada amatista, como vigilando que aquél azabache se pierda en los caminos.

Permanece en silencio, en su mismo sitio, sin más ocupación que beber su líquido caliente, que apenas y puede sostener en manos. No importa si era una lata o taza, no tenía más remedio que sostenerla.

Se fue quedando sin más actividades con el paso del tiempo, solamente dedicando su libertad a admirarle de lejos. Se siente cansado, entristecido, pero lo olvida todo cuando le ve sonreír, como si le cantase al mundo entero.

Interpreta aquélla melodía con el movimiento de su cuerpo, nadie más que él la conoce; es un sonido que llega a sus oídos, sintiendo que el "mundo" es él.

La balada de sus pies correr, saltar, caminar, solamente influye en la aparente cordura de aquélla muñeca, que le mira siempre, reflejando su oscuridad en la vitrina, observándole con cierto temor.

El ritmo aumenta cada que el semáforo cambia a verde; nunca le ha gustado cuando eso pasa, nunca se aburriría del rojo pasivo, y a veces el amarillo de su alegría, cuya sonrisa sigue tocando.

Pero se cierne la noche sobre él, por primera vez en todo ese tiempo…

En la lejanía, la canción se escucha distorsionada, alguien estaba haciendo interferencia entre aquél gesto y su fiel escucha.

Un par de ojos esmeraldas es la causa, ya que sostienen aquélla mano cálida, y provoca que se vaya haciendo más inaudible la tonada.

El rubio ya no podía escucharla más, aquélla hermosa música estaba siendo dedicada a alguien más de "su" mundo.

No pudo sostener más su bebida, se había vuelto fría, como aquél cristal que empañaba. Lo único que emanaba calor en él, eran las lágrimas que rodaban por su pálida piel.

Ahora, aquélla balada era acompañada de un sollozo inaudible; ya no existía más aquélla melodía en su andar, solamente eran pies que levantaban polvo, y la sonrisa era simplemente eso, un gesto más, que sólo dedicaba al estorbo.

Se dio cuenta que era sólo una muñeca vacía, esperando ser adquirida detrás del escaparate, con una mirada aterradora.

Ya no estaba la canción que le daba un alma, se la habían arrebatado enfrente de él. El rompecabezas había sido destrozado, y la bebida se enfrió.

No tenía opción, no quería ser abandonado, en la insonoridad de la noche fría…

Apenas era el amanecer, y miró como "su" cantante esperaba de nuevo, a que el semáforo le diese la tonada correcta para continuar. No lo pensó mucho, por primera vez en años, aquél cuerpo impasible cobró vida, y salió de la tienda, ahora la muñeca era la que empezaba a cantar.

Sacó un arma, y un réquiem mortal interpretó. Tres disparos sonaron, y la sonrisa del rubio finalizó aquélla balada homicida.

Miró cómo la música se apagaba, haciéndose cada vez más débil. La interferencia corrió en forma de líquido rojo, desvaneciéndose en la fría nieve.

La marioneta sólo quería atención, que el cantante la comprase, y le interpretara la música que por mucho tiempo le dio calidez.

Ahora será llevada a una "casa" más solitaria, donde nunca más podrá ser puesta a la venta, donde siempre tendrá qué sostener su bebida caliente, mientras decora su pared con la siguiente esquela:

"Joven ruso asesina a estudiante mexicano. Nadie supo el motivo, solamente se declaró culpable de todos los cargos, renunciando a sus derechos constitucionales.

Después de una minuciosa investigación, se descubrió que el occiso jamás conoció a su atacante, así lo confirmó su pareja, el español radicado en Rusia, llamado Antonio F. Carriedo…"

Cada noche, cada helada madrugada, un silbido es dedicado al mundo de "él", simulando aquéllas hermosas tonadas del moreno; siempre llegará a sus oídos, está sólo, pero sabe que no terminará aún; ¿arrepentimiento? No sentía nada por el estilo, sólo un poco de cansancio, su triste balada apenas empezaba.

— Ámame…



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Disclaimer: Los personajes de Hetalia NO son míos, sino que le pertenecen a Hidekaz Himaruya.
El diseño de México le pertenece a Nadiezda de DA.

Lo único mío es el nombre: Juan Nikté Xoconostle Hernández [ahí me dicen si quieren que les explique el porqué del nombre ^^].

Toda persona, situación, lugar o experiencia fueron tomados para relatar una historia ficticia. Cualquier parecido con la realidad puede o no ser mera coincidencia. Algunos nombres fueron cambiados para hacerlo más divertido al público.

Advertencia: ligero angst, AU, bastantes frikeces inspiradas en "Love Me" [ending Yami no Matsuei/The Hong Kong Knife], además de ligera mención de mexspa/spamex [dependiendo de por dónde lo mires].

*любить меня [lyubitʹ menya]: ámame en ruso.

2 comentarios:

  1. OMFG!!!!
    Pero que awesome resulto todo OwO
    ASDADADADASDSDA no tengo ni una jodida idea que mas poner solo que...AWESOME, AWESOME, AWESOME!
    Me gusto bastante lo de la esquela...
    Me quede "OW shit..." XD
    Sigue así!! ^ ^

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  2. Sugoeee~ *----* Lo primero que vino a mi mente al comenzar a leer esta historia fue esa canción, de hecho-nya *---* sugooeee-nya~ *-----*

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